Frases del mar [sol, olas, arena y playas]

Al leer frases de mar te ubicaras enfrente a la inmensidad de este territorio y paisaje natural tan expresivo de la naturaleza al cual muchas personas van a vacacionar, pescar, disfrutar con la familia. Tirarse bajo el sol en una reposera, con una conservadora al lado y una refrescante bebida, es especial para descansar y recuperar energías.

Con las dedicatorias sobre el mar, expresadas en mensajes, podrás recordar un amor vivido en un lugar playero, bien romántico por cierto, viajes con amigos, o tiempos pasados en familia en épocas anteriores. En fin, se trata de reflexiones sobre todo el contexto alrededor del mar como lo son las olas, la arena, las gaviotas, el sol, lo deportes playeros y más.

Si te gusta pasar tiempo en la naturaleza y mas que nada en la playa, esperamos que las frases que disponemos y hemos recopilado en este articulo te gusten.

Frases para personas que aman contemplar el mar

Estas frases son perfectas para aquellas personas que, con solo contemplar el mar, pueden sentirse renovados y volar dentro de un mundo imaginario. El mar posee magia, aunque solamente unos pocos pueden descubrir cuánta. Si quieres sentir ese amor inmenso por el mar, entonces lee, escoge y comparte alguna de las siguientes reflexiones profundas sobre el mar.

¿Por qué amamos el mar? Porque tiene un poder potente para hacernos pensar en las cosas en las que queremos pensar.
Amo la playa. Amo el mar. Toda mi vida he vivido en él, frente al mar.
Con cada gota de agua que tomes, cada bocanada de aire que respires, estás conectado al mar. No importa en qué parte del planeta vivas.
Debemos librarnos de toda esperanza de que el mar vaya a descansar. Debemos de aprender a navegar con vientos fuertes.
Después de una visita al mar, es difícil de creer que vivimos en un mundo material.
El mar cambia de color, pero el mar no cambia.
El mar es el mismo desde antes que el hombre si quiera pudiera navegar en botes.
El mar es la emoción encarnada. Ama, odia y llora. Desafía todos los intentos de capturarlo con palabras, y rechaza toda limitación.
El mar es la piedra angular del sistema de soporte biológico de la tierra, afecta directamente a nuestro clima y estaciones.
El mar es lo más cerca que hemos estado de otro mundo.
El mar le otorgará a cada hombre nuevas esperanzas, y el dormir les traerá sueños de casa.
El mar lo es todo. Su aliento es puro y saludable. Es un desierto inmenso donde el hombre nunca está solo, porque siente la vida agitarse en todas direcciones.
El mar me hace sentir verdaderamente pequeña y pone mi vida entera en perspectiva. Me vuelve humilde. Siento que vuelvo a nacer cuando salgo del mar.
El mar yace en cada uno de nosotros.
El mar, una vez que lanza su hechizo, lo mantiene a uno en su red de maravillas para siempre.
El menor de los movimientos es de importancia para toda la naturaleza. La totalidad de los mares es afectada por lo que pase incluso con una pequeña piedra.
El océano es una imagen central. Es el simbolismo de una gran aventura
En el mar, puedes vivir en alegría.
Es importante recordar que los recursos del mar son finitos.
Estamos unidos al mar. Cuando regresamos al mismo, ya sea para navegar o para verlo, estamos regresando de donde provenimos.
Existe magia alrededor del mar. La gente es atraída hacia él. La gente desea amar junto a él, nadar en él y mirarlo.
Incluso los castillos hechos de arena, caen al mar, eventualmente.
La cura para todo lo es el agua salada: el sudor, las lágrimas o el mar.
La ruptura de una ola no puede explicar el mar entero.
La tierra es como estar seguro dentro de tu casa. El mar es como la vida, las afueras, lo desconocido.
La tierra, el cielo, los bosques, los campos, los lagos y los ríos, las montañas y los mares, son excelentes maestros y nos enseñan más de lo que jamás podremos aprender en los libros.
La vida es tan inexorable como el mar.
La vida y la muerte son uno mismo, como el río y el mar.
Las montañas, el bosque y el mar, vuelven al hombre salvaje, lo hacen feroz, pero no destruyen al humano.
Los hombres no pueden descubrir nuevos océanos a menos que tengan el coraje de perder de vista la costa.
Los mares, sin límites e inmortales, son el inicio y el fin de todas las cosas en la Tierra.
Los pescadores saben que el mar es peligroso y que las tormentas son terribles, pero nunca han considerado que estos peligros sean una razón suficiente para permanecer en la costa.
Los tres grandes sonidos elementales en la naturaleza son el sonido de la lluvia, el sonido del viento en primavera y el sonido del mar abierto en una playa.
Más maravilloso que el conocimiento de los sabios hombres viejos y el conocimiento de los libros, es el conocimiento secreto del océano.
Mi alma está llena de anhelo por los secretos del mar, y el corazón del gran océano envía un pulso electrizante a través de mí.
Navegar en el océano abierto es un desafío real, porque representa la vida o la muerte.
Necesito el mar porque me enseña.
No importa lo lejanos que nos sintamos de los mares, cada acto que realicemos en nuestro día a día, afecta el ciclo del agua de nuestro planeta y por consecuencia a nosotros mismos.
Nunca pude estar el suficiente tiempo en la orilla; el sabor del aire de mar puro, fresco y libre era como un pensamiento fresco y calmado.
Para sanar a los mares, debemos de sanarnos a nosotros mismos.
Que el mar es uno de los lugares más hermosos y con las vistas más magníficas de la naturaleza, todos lo admiten.
Quedarse en la superficie del mar es como ir al circo y quedarse fuera de la carpa.
Quería libertad, aire fresco y aventura. Lo encontré en el mar.
Quiero correr la longitud del mar, porque éste nunca termina.
Rezo por ser como el océano, con corrientes suaves y a veces olas. Más y más, deseo la consistencia del mismo más que sus altibajos.
Sabemos que cuando estamos protegiendo los océanos, estamos protegiendo nuestro futuro.
Sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos por esa gota perdida.
Todos los ríos desembocan en el mar. Aun así, el mar no está lleno.
Un mar tranquilo nunca ha forjado a un marinero habilidoso.

Mensajes para amantes del mar

Observar el mar y su inmensidad puede ser más efectivo que la mejor de las vacaciones o terapias. Sucede que muchas personas recuperan sus energías con solo perderse mirando el mar… Para esas personas que sienten cada ola como parte de su Ser, hemos seleccionado las mejores frases para dedicarle al mar y sus misterios.

Aunque lejos del mar, tengo un trozo de mar entre mis ojos que azulea hacia adentro
De pie delante del mar maravillado de la propia maravilla: Yo soy un universo de átomos y un átomo en el universo.
Dentro del mar existe un mundo más fantástico que el que cualquier imaginación pudiera inspirar.
Después de visitar al mar me resulta difícil creer que vivimos en un mundo material.
Dónde empieza el final del mar? O más aún: ¿a qué nos referimos cuando decimos mar? ¿Nos referimos al inmenso monstruo capaz de devorar cualquier cosa o esa ola que espuma en tomo a nuestros pies? ¿Al agua que te cabe en el cuenco de la mano o al abismo que nadie puede ver? ¿Lo decimos todo con una sola palabra o con una sola palabra lo ocultamos todo? Estoy aquí, a un paso del mar, y ni siquiera soy capaz de comprender dónde está él El mar. El mar.
El grandioso mar hace a uno un gran escéptico. .
El mar es más antiguo incluso que las montañas, y carga consigo los recuerdos y sueños del tiempo.
El mar es todo. Cubre siete décimas del globo terrestre. Su aliento es puro y saludable. Es un inmenso desierto, donde el hombre nunca está solo, porque siente vida por todos los lados
El mar es un estado mental, puedes estar a kilómetros y al mismo tiempo tenerlo encima.
El mar no es una enfermedad: si la tienes de niño, luego no te curas más.
El mar no recompensa a aquellos que son demasiado ansiosos, codiciosos o impacientes. Uno debe de estar disponible, abierto y libre de opciones como una playa, esperando un regalo del mar.
El mar se entera de todo lo que hiciste mal.
El mar, el gran unificador, es la única esperanza del hombre. Ahora, como nunca, esa vieja frase tiene un significado literal: todos estamos en el mismo bote.
La amplitud del cielo, la arquitectura movible de las nubes, las coloraciones cambiantes del mar, el centelleo de los faros, son un prisma maravillosamente apropiado para distraer los ojos, sin cansarlos jamás.
La cura para todo es siempre agua salada: el sudor, las lágrimas o el mar.
Me pregunto qué le falta a la vida cuando en una noche de verano el hálito de las estrellas abre las ventanas y os tira dentro el perfume del mar.
Para mí fue siempre el mar un confidente, un amigo que absorbe todo lo que le cuentan sin revelar jamás el secreto confiado y que da el mejor de los consejos: un ruido cuyo significado cada uno interpreta como puede.
Para mí, el mar es como una persona, como un niño que he conocido por un largo tiempo. Suena loco, lo sé, pero cuando nado en el mar le hablo. Nunca me siento solo cuando esto ahí afuera.
Parece que solo he sido como un niño jugando en la orilla del mar, divirtiéndome en vez de encontrar una piedra más suave o una concha más bonita que las ordinarias, mientras que el gran mar de la verdad quedaba todo por descubrir ante mí.
Pocas personas son capaces de venirte a buscar adonde estás verdaderamente. Por eso amo el sonido de las olas. Ellas siempre saben dónde estás.
Quien piensa en el mar, siente su murmullo incluso en el interior.
Siempre me he sentido fascinada por el océano, sumergir una extremidad debajo de su superficie y saber que estoy tocando la eternidad que continuará hasta que todo comience aquí de nuevo.
Sigue el río y encontrarás el mar.
Una alberca simplemente no es lo mismo que el mar. No tiene energía. No tiene vida.
Y millones de carreteras, de repente, han preguntado dónde está el mar.
Yo tantas preguntas me hice que me fui a vivir a la orilla del mar heroico y simultáneo y tiré al agua las respuestas para no pelearme con nadie.

Dedicatorias profundas sobre el mar

Hablar o leer sobre el mar es casi tan fantástico como observarlo mientras sus olas danzan suavemente golpeando en las rocas o sobre la arena de la playa ¿Puedes sentir que tu corazón se calma pero late con más fuerza mientras observas el mar? Entonces lee y escoge alguna de estas frases sobre lo maravilloso que es contemplar el mar y su inmensidad. Encuentra y comparte, también, algunas frases sobre lo bello que es estar y disfrutar de la playa.

¿Qué sería la juventud sin el mar?
Como un cielo en la tierra.
Cuando mis pensamientos están ansiosos, inquietos y malos, me voy a la orilla del mar, y el mar los ahoga y los manda lejos con sus grandes sonidos anchos, lo purifica con su ruido e impone un ritmo sobre todo lo que en Mí es desorientado y confundido. ”
Cuando se es frágiles emocionalmente, basta con mirar un panorama, escuchar el sonido del mar y recordar el rostro de las personas con las que hemos estado hasta unos instantes antes.
El agua es la fuerza motriz de toda la naturaleza.
El mar no tiene caminos, el mar no tiene explicaciones.
En el mar la vida es diferente. No está hecha de horas, sino de momentos. Se vive según las corrientes, las mareas, siguiendo el sol.
En las ciudades sin Mar… quién sabe a quién se dirige a la gente para recuperar su equilibrio… quizá a la Luna…
Este silencio, blanco, ilimitado, este silencio del mar tranquilo, inmóvil.
Los gestos de la natación son los más similares al vuelo. El mar le da a los brazos lo que el aire le ofrece a las alas; el nadador flota sobre los abismos del fondo.
Los tres grandes sonidos elementales en la naturaleza son el sonido de la lluvia, el sonido del viento en un bosque primitivo y el sonido del océano en una playa.
Miles de personas han sobrevivido sin amor; ninguna sin agua.
Mirar el mar de noche como se mira a una madre que duerme. Cuidar cada respiro. Aprender a oír ese hálito que parece decir “Ábrete a las cosas y sueña”.
Ninguna casa debería existir sin vistas al mar. Cada casa debería pertenecer al viento y a las olas. El mar y la casa deberían vivir juntos uno delante del otro para confiarse sus secretos.
No medí la vida en años, sino en calles, puentes, montañas y kilómetros que son los que me separan del mar.
No se puede ser infeliz cuando se tiene esto: el olor del mar, la arena bajo los dedos, el aire, el viento.
Podía hacerlo amarillo, o violeta, o rojo. Por el contrario, lo ha hecho azul, el mar.
Porque no hay nada más bello del modo en que todas las veces el mar intenta besar a la playa, no importa cuántas veces lo pone de patitas en la calle.
Vio el mar por primera vez en su vida. Era oscuro como los sueños y profundo como un letargo. En el viento fresco flotaba un agradable aroma a algas.